martes, 29 de abril de 2008

Extracto de "El libro del niño"


Hoy también quiero compartir contigo las palabras de otro sabio, descripto por el Sunday Times de Londres como uno "de los 1.000 artífices del siglo XX", y por el Sunday Midday (India) como una de las diez personas que ha cambiado el destino de la India. Me refiero a Osho.


Tomé este fragmento de su libro "El libro del niño":


"Divido la educación en cinco dimensiones. La primera es la informativa: como la historia, la geografía y muchos otros temas que pueden ser tratados con la combinación del televisor y el ordenador. la segunda parte deberían ser las ciencias. Pueden ser impartidas por la televisión y también el ordenador, pero son más complicadas y el guía humano será más necesario.

En la primera dimensión también vienen los idiomas. Todo el mundo debería saber por lo menos dos idiomas; uno, su lengua materna, y el segundo sería el inglés como vehículo internacional para la comunicación. También se pueden enseñar con más precisión a través del televisor, los acentos y la gramática; todo esto se puede enseñar más correctamente que por medio de seres humanos.

Podemos crear en el mundo una atmósfera de hermandad, el idioma conecta a la gente y también la desconecta. Actualmente no hay un idioma internacional.

El inglés es el más extendido, y la gente debería abandonar sus prejuicios; deben enfrentar la realidad. Ha habido muchos esfuerzos para crear idiomas y así evitar los prejuicios; los hispanos pueden decir que su idioma debería ser el idioma internacional porque lo habla casi más gente que cualquier otro idioma... Para evitar esos prejuicios, se han creado idiomas como el esperanto.

Pero ningún idioma inventado ha sido capaz de funcionar. Hay algunas cosas que crecen, que no pueden ser inventadas; un idioma crece a lo largo de miles de años. El esperanto tiene un aspecto tan artificial que todos esos esfuerzos han fracasado.

Pero es absolutamente necesario enseñar dos idiomas; primero la lengua materna, porque hay sentimientos y matices que sólo pueden ser expresados en la lengua materna.

Uno de mis profesores, un viajero que había sido profesor de filosofía en muchos países, solía decir que en un idioma extranjero puedes hacerlo todo, pero cuando llega el momento de luchar o de amar, te das cuenta de que no estás siendo auténtico y sincero con tus sentimientos. Por eso, para tus sentimientos y para tu sinceridad, tu lengua materna... que mamaste con la leche de tu madre, que forma parte de tu sangre, de tus huesos, tu médula. Pero eso no es suficiente; eso crea pequeños grupos de gente y convierte en extraños a los demás.

Un idioma internacional es absolutamente necesario como base para un mundo, para la humanidad. Por lo tanto, serían imprescindibles dos idiomas para todo el mundo. Eso estará incluido en la primera dimensión.


La segunda es la investigación sobre los temas científicos, que es tremendamente importante porque es la mitad de la realidad, la realidad externa. Y la tercera será lo que está faltando en la educación de hoy en día, el arte de vivir. Las personas creen que saben lo que es el amor. No lo saben..., y cuando lo llegan a saber ya es demasiado tarde. Se debería ayudar a cada niño a transformar su rabia, su odio, sus celos, en amor.


Y una parte importantte de la tercera dimensión debería ser el sentido del humor. Nuestra así llamada educación hace a la gente triste y seria. Y si un tercio de tu vida se malgasta en la universidad en estar triste y serio, esto se convierte en algo profundamente arraigado; te olvidas del idioma de la risa, y el hombre que se olvida del idioma de la risa ha olvidado mucho de la vida.


Por eso el amor, la risa y una familiaridad con la vida y sus maravillas, sus misterios..., esos pájaros cantando en los árboles no deberían pasar desapercibidos. Los árboles, las flores y las estrellas deberían tener una conexión con tu corazón. El amanecer y el anochecer no deben ser únicamente cosas exteriores, deben ser también interiores. Los cimientos de la tercera dimensión deberían ser una reverencia por la vida."

lunes, 28 de abril de 2008

Wayra


¡Hola!

hoy quiero compartir contigo un fragmento de uno de los libros más bellos que he leído, "Wayra", de Luis Espinoza (Chamalu), un chamán boliviano. Si eres padre, o estás planificando serlo, el libro es un "must" (esto significa que no puedes perdértelo...)


En este libro, Chamalu, le escribe a su bebita que está por nacer.


"Wayra, tu idioma materno es el quechua, aunque también te hablaremos en español y posteriormente en inglés. Es bueno poder comunicarse con gente de tierras lejanas y como no es posible aprender tantos idiomas, una lengua más o menos común es muy útil.

Espero que a través de nuestro idioma ancestral, descubras la belleza y sabiduría de una cultura milenaria como la Andina. ¿Sabes?, quienes la conocen en profundidad, quedan agradecidos por tan preciosa oportunidad."
Si decides leerlo, ¡que disfrutes el libro!
Laura

domingo, 20 de abril de 2008

¿Qué significa un curso a tu medida?


¿Qué significa un curso tu medida?


Partamos de la presuposición de que todos somos diferentes y únicos. Si esto es verdad, ¿por qué tenemos que aprender todos de la misma manera?

Algunos somos rubios, otros morochos. Algunos altos, otros bajos. Algunos delgados, otros no. Físicamente somos un gran “surtido” de personas. Y, por supuesto, tenemos diferentes maneras en las que utilizamos y nos conectamos con nuestro cuerpo. Esto es muy fácil de percibir porque podemos verlo. También hay muchas maneras diferentes en las que nuestra mente funciona y aprende, aunque no es tan obvio, porque tiene que ver con procesos internos, que no vemos. Por lo tanto, es muy útil saber de qué manera adquirimos conocimiento más fácilmente y aprovechar nuestras capacidades al máximo.

Un curso a medida toma en cuenta los ritmos de aprendizaje y los estilos del alumno. Un curso a medida considera a cada estudiante único y especial en su enfoque y con recursos internos valiosísimos. Un curso a medida aprovecha lo que el alumno trae y lo que puede hacer de acuerdo a sus habilidades y preferencias. Un curso a medida no es necesariamente una clase individual (aunque también puede serlo), sino una actitud de valoración y respeto hacia cada individuo y la forma en la que ese alumno aprende.

Un ejemplo simple y claro: algunas personas necesitan mucha teoría, explicaciones o enseñanza “intelectual”, mientras otros están interesados sólo en “hacer”: hablar, escuchar, usar el idioma sin demasiado estudio formal.

Si respetamos y valoramos nuestros deseos y preferencias vamos a avanzar más rápido, y, sobre todo, vamos a disfrutar el proceso.

Laura Szmuch

miércoles, 9 de abril de 2008

Lo que creemos, creamos...


Lo que creemos, creamos


"Hace mucho hice un curso pero no me acuerdo nada..."
"Sé sólo lo del secundario..."
"Entiendo lo que leo pero no me largo a hablar..."
"Cuando me hablan en Inglés me pongo nervioso y me cierro..."
"El problema es que no me gusta..."
"Me inhibo..."
"No puedo..."



¿Te suena alguna de estas cosas? ¿Alguna vez las dijiste? ¿Te sentís identificado?

Es muy común que alguna gente crea que el aprendizaje de un idioma es difícil, especialmente si alguna vez tuvieron alguna experiencia no muy exitosa. Sin embargo, una experiencia pasada es solamente eso: una experiencia PASADA. Si alguna vez intentaste aprender y no pudiste, eso no significa que no puedas ahora. Quizás en aquel momento no tenías realmente ganas de aprender, o no era la metodología que necesitabas, no diste con el profesor adecuado, o no tenías una motivación lo suficientemente fuerte que te impulsara a continuar.

Quienes realmente aprenden un idioma saben que lo más importante para conseguir hacerlo es la actitud que adoptan y su nivel de compromiso con los objetivos que establecen. Si realmente querés hablar fluidamente, tomá tu curso con dedicación y responsabilidad. La elección de profesor, sistema, horario, material y lugar es muy importante, pero es mucho más importante que tomes la decisión de que esta vez sí, esta vez vas a aprender.


Laura Szmuch

Motivos para adquirir un idioma extranjero


Hay muchos motivos por los cuales podemos decidir adquirir un idioma extranjero. Y son tan diversos que sería muy difícil nombrarlos a todos.
En el caso particular del idioma Inglés, podríamos decir que se trata de una necesidad. Hay quienes aman el idioma y están naturalmente motivados a aprenderlo, y otros que lo “padecen”. Si bien todos somos conscientes de la importancia de ser bilingües en estos días, no todo el mundo está convencido de realmente tener ganas de ponerse a estudiarlo.
La decisión de manejar un idioma trae aparejado un cambio importante y significativo en nuestras vidas. El aprendizaje no es una actividad limitada a las dos o tres horas semanales de clase, sino que implica pensar, leer, hablar y escuchar el idioma en todas las oportunidades posibles. El idioma Inglés en este momento tiene poco que ver con lo académico (a no ser que sea ese el enfoque que queramos darle), sino con lo práctico.
Hoy en día, con la revolución en información a través de Internet, material impreso proveniente de otros países, teleconferencias internacionales, etc, es casi imprescindible tener el idioma, ya que es la linguafranca con la cual se comunica todo el mundo.

Lo ideal es comenzar en la infancia, ya que a esa edad la adquisición se puede lograr en forma completamente natural. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado con la forma en que los chicos aprenden y el apoyo y mensajes que les enviamos como padres, ya que eso va a determinar en gran parte la actitud que los chicos tengan hacia el idioma y hacia el aprendizaje en general en el futuro.
Por supuesto, si no comenzamos de pequeños, siempre estamos a tiempo, siempre es posible. La adquisición del idioma Inglés es una de las inversiones (de tiempo y/o dinero) más importantes que podemos realizar, ya que siempre da frutos. Ya sea la posibilidad de conseguir un mejor puesto de trabajo, de disfrutar más un viaje, de tener más acceso a información o de sentirse y saberse mejor capacitado, los beneficios siempre superan el esfuerzo y tiempo que le hayamos dedicado.

Por eso siempre es importante hacerlo, o darle la posibilidad a nuestros hijos de tener más puertas abiertas, en un mundo que cambia constantemente y en donde debemos ser flexibles y adaptarnos para tener más oportunidades. Cuanto más preparados estemos, más fuertes vamos a encontrarnos para manejar las crisis.

La educación es siempre el mejor regalo que podemos hacernos y el más poderoso legado hacia nuestros chicos.

Adaptado del libro "Aprendiendo inglés y disfrutando el proceso" de Laura Szmuch