Hay muchos motivos por los cuales podemos decidir adquirir un idioma extranjero. Y son tan diversos que sería muy difícil nombrarlos a todos.
En el caso particular del idioma Inglés, podríamos decir que se trata de una necesidad. Hay quienes aman el idioma y están naturalmente motivados a aprenderlo, y otros que lo “padecen”. Si bien todos somos conscientes de la importancia de ser bilingües en estos días, no todo el mundo está convencido de realmente tener ganas de ponerse a estudiarlo.
La decisión de manejar un idioma trae aparejado un cambio importante y significativo en nuestras vidas. El aprendizaje no es una actividad limitada a las dos o tres horas semanales de clase, sino que implica pensar, leer, hablar y escuchar el idioma en todas las oportunidades posibles. El idioma Inglés en este momento tiene poco que ver con lo académico (a no ser que sea ese el enfoque que queramos darle), sino con lo práctico.
Hoy en día, con la revolución en información a través de Internet, material impreso proveniente de otros países, teleconferencias internacionales, etc, es casi imprescindible tener el idioma, ya que es la linguafranca con la cual se comunica todo el mundo.
Lo ideal es comenzar en la infancia, ya que a esa edad la adquisición se puede lograr en forma completamente natural. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado con la forma en que los chicos aprenden y el apoyo y mensajes que les enviamos como padres, ya que eso va a determinar en gran parte la actitud que los chicos tengan hacia el idioma y hacia el aprendizaje en general en el futuro.
Por supuesto, si no comenzamos de pequeños, siempre estamos a tiempo, siempre es posible. La adquisición del idioma Inglés es una de las inversiones (de tiempo y/o dinero) más importantes que podemos realizar, ya que siempre da frutos. Ya sea la posibilidad de conseguir un mejor puesto de trabajo, de disfrutar más un viaje, de tener más acceso a información o de sentirse y saberse mejor capacitado, los beneficios siempre superan el esfuerzo y tiempo que le hayamos dedicado.
Por eso siempre es importante hacerlo, o darle la posibilidad a nuestros hijos de tener más puertas abiertas, en un mundo que cambia constantemente y en donde debemos ser flexibles y adaptarnos para tener más oportunidades. Cuanto más preparados estemos, más fuertes vamos a encontrarnos para manejar las crisis.
La educación es siempre el mejor regalo que podemos hacernos y el más poderoso legado hacia nuestros chicos.
Adaptado del libro "Aprendiendo inglés y disfrutando el proceso" de Laura Szmuch
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